Vicenta López Camacho nació en Used. Desde la edad de cuatro años vive en Zaragoza.

Fue la tercera de cinco hermanos. 

Sus estudios fueron mínimos, nunca obtuvo ni siquiera los básicos, desde muy joven trabajó en distintos oficios decantándose con gran afición como dependienta de cualquier tema. A la edad de veinticuatro años se estableció como comerciante de carnicería.

Esto la ha tenido ocupada hasta la edad de sesenta y dos años.

Su prejubilación la ha llevado hasta la Universidad Popular, en ella ha asistido a talleres de escritura creativa, más tarde a la de la experiencia y gracias a esto hoy por hoy llena su tiempo libre que le permite hacer eso que tanto le entusiasma: ¡Escribir!

Los personajes de esta historia no corresponden a ninguna realidad, algunos lugares tampoco. La mayoría son producto de la escritora y su gran imaginación y no responderá ante ninguna imagen semejante.

Desde mi más tierna infancia él estuvo siempre cerca de mí. Fue quien me sacó de dudas, quien me hizo soñar, reír, o llorar. Él sigue ahí, firme y dispuesto a ayudar hasta hoy. Sin complejos y contra mis sentimientos sin ser reprochado.

Estuvo siempre en mis manos, para hacer con él todo cuanto yo quisiera.  Hoy todavía está conmigo, siempre a mi lado; unos días en mi bolso y otros en mi mesita de noche. Siempre a mano, lo que hagamos entre él y yo será mi gran reto. ¡Nunca supe sacarle partido que me ofrece! Quisiera corresponderle como él se merece.

“Él” MI BOLÍGRAFO.